Cuando hablamos de recompensas, solemos pensar en comida chatarra, maratones de series o dejar de hacer algo “incómodo”. Pero, ¿qué pasaría si empezaras a premiarte con cosas que te impulsan, te nutren y te mantienen en tu camino?
Las recompensas son una herramienta poderosa para mantener la motivación, pero si no elegís bien, pueden boicotear tu progreso. Recompensarte no es sinónimo de romper lo construido, sino de celebrar sin retroceder.
La clave está en que la recompensa sea coherente con el esfuerzo que hiciste y, al mismo tiempo, que te acerque (no aleje) de tu objetivo.
🎯 Cómo elegir recompensas que sumen
- Conectalas con tu bienestar: una clase de yoga, un masaje, una salida al aire libre.
- Dales valor emocional: un baño largo, una playlist nueva, un tiempo solo para vos.
- Celebrá sin deshacer: evitá premios que contradigan tu avance (ej: comida que sabés que te hace mal).
- Reconocé tu esfuerzo sin castigo: no todo premio tiene que “costar” o “merecerse con sufrimiento”. Hiciste algo bueno, reconocelo.
💡 Ideas de recompensas saludables
- Comprar una botella de agua reutilizable nueva.
- Darte un paseo por un lugar que te inspire.
- Empezar un libro que tenías postergado.
- Agendar una actividad que venís queriendo hacer.
Cuando aprendés a recompensarte con conciencia, dejás de ver el cambio de hábitos como una lucha constante. Empieza a sentirse más liviano, más tuyo. Y tu motivación deja de depender solo de la fuerza de voluntad.
Porque no se trata de exigirte más… sino de acompañarte mejor.
Visitá mi tienda oficial y descubrí más ebooks y recursos saludables.
