¿Qué es una porción saludable? ¿Cuánto es “mucho” y cuánto es “lo justo”? La respuesta no está en una balanza, sino en la atención, la frecuencia y el equilibrio.
Una alimentación consciente no se basa en pesar todo lo que comemos, sino en reconocer señales del cuerpo y usar referencias prácticas. Y lo mejor: lo podés hacer con tus manos. Literal.
✋ Medir sin balanza: tus manos como guía
- Proteínas (carne, pollo, pescado, legumbres): tamaño de la palma de tu mano.
- Carbohidratos (arroz, papa, pasta): lo que cabe en un puño cerrado.
- Verduras y frutas: al menos dos puños por comida.
- Grasas saludables (aceite, semillas, palta): el tamaño de tu pulgar.
🔄 Escuchar al cuerpo, no solo seguir una regla
- Comé con atención: sin pantallas, registrando el sabor y la saciedad.
- No todo es igual todos los días: hay días con más hambre y otros con menos. Y está bien.
- Priorizá calidad por sobre cantidad: mejor poco de algo nutritivo que mucho de algo vacío.
- La flexibilidad también es salud: no hace falta medir cada comida. Solo observar y ajustar.
Comer bien no es hacer cuentas todo el tiempo. Es cultivar una relación más amable con lo que elegís poner en tu plato.
Tu cuerpo sabe. Escucharlo es el mejor plan de alimentación que podés seguir.
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