¿Cuántas veces repetiste frases como “esto no es para mí” o “yo no sirvo para eso”? Muchas veces creemos que estamos describiendo una verdad… pero en realidad, estamos repitiendo una creencia limitante. Esas ideas que nos inculcaron —o que asumimos sin cuestionar— terminan condicionando cómo vivimos.

Las creencias limitantes no aparecen de un día para el otro. Se construyen con experiencias, con lo que escuchamos de chicos, con mandatos familiares o con lo que vemos a nuestro alrededor. Y aunque a veces parezcan “normales”, lo cierto es que pueden frenar nuestro crecimiento sin que nos demos cuenta.


🧠 ¿Cómo identificar una creencia limitante?

  • Sentís que algo “no es para vos” sin haberlo intentado realmente.
  • Te autodefinís con frases fijas: “soy desorganizado”, “nunca termino nada”, “siempre me va mal”.
  • Te cuesta celebrar tus logros porque creés que “fue suerte” o “no es suficiente”.

🔁 ¿Y cómo las cambiamos?

  • Hacete preguntas: ¿Esta idea me impulsa o me frena?
  • Usá lenguaje flexible: cambiá “no puedo” por “todavía no aprendí”.
  • Sumá evidencia: recordá momentos en que sí pudiste, aunque fueran pequeños.
  • Rodeate de entornos que te alienten y no que refuercen tus miedos.

Cuando empezás a revisar tus creencias, te abrís a nuevas posibilidades. Te das cuenta de que mucho de lo que dabas por sentado, en realidad puede cambiar. Y ahí empieza el verdadero crecimiento.

No se trata de “pensar positivo”, sino de elegir pensamientos que te acompañen a construir lo que querés vivir.

DATO MIC 💡
La neuroplasticidad del cerebro demuestra que podemos modificar nuestras conexiones neuronales a lo largo de toda la vida. Eso significa que cambiar una creencia no solo es posible… ¡también es entrenable!
✨ Comprar en mi Tienda Oficial ✨

Visitá mi tienda oficial y descubrí más ebooks y recursos saludables.