¿Alguna vez te despertaste y sentiste que el cuerpo estaba "oxidado"? No sos solo vos. Estirarnos a diario ayuda a activar la circulación, a mejorar el humor y a que el cuerpo despierte de forma más natural. Y no, no hace falta ser deportista ni hacer una rutina eterna: unos minutos alcanzan para marcar la diferencia.
Acá te comparto una guía simple para incorporar estiramientos en tu día a día. Vas a ver que tu cuerpo (y tu mente) te lo van a agradecer.
🌞 ¿Por qué estirarte cada día?
- Activa la circulación: al mover los músculos, ayudás a que la sangre fluya mejor. Más oxígeno = más energía.
- Mejora la postura: muchos dolores de cuello, espalda y caderas vienen de la rigidez. Estirarte suavemente ayuda a liberar tensiones.
- Regula el sistema nervioso: moverte de manera suave y consciente puede ayudarte a bajar la ansiedad y arrancar el día más enfocado.
🧘♀️ Estiramientos fáciles para empezar
- Estiramiento de brazos: llevá un brazo por delante del pecho y sostenelo con la otra mano. Sentí cómo se relaja el hombro.
- Flexión hacia adelante: de pie, dejá caer tu torso hacia el suelo, soltando la cabeza y los brazos. No importa si no tocás el piso: la idea es aflojar la espalda.
- Estiramiento de cuello: incliná la cabeza hacia un costado y ayudate suavemente con la mano. Cambiá de lado.
- Postura del gato y la vaca: en cuatro apoyos, arqueá la espalda hacia arriba (gato) y luego hacia abajo (vaca). Ideal para la columna.
📋 Tips para que sea un hábito y no una obligación
- Hacelo breve: 5 minutos ya marcan una diferencia. No hace falta más.
- Sumalo a otra rutina: estirate mientras se hace el café o después de lavarte la cara.
- No busques "hacerlo perfecto": estirar es conectar con el cuerpo, no competir con nadie.
DATO MIC 💡
El cuerpo no necesita grandes cambios para sentirse mejor. A veces, unos minutos de movimiento consciente alcanzan para cambiar todo un día. Probá estirarte cada mañana: es una pausa chiquita que se convierte en un regalo enorme.
El cuerpo no necesita grandes cambios para sentirse mejor. A veces, unos minutos de movimiento consciente alcanzan para cambiar todo un día. Probá estirarte cada mañana: es una pausa chiquita que se convierte en un regalo enorme.