En un mundo acelerado, comer rápido se volvió casi automático. Pero tu cuerpo necesita tiempo para reconocer la saciedad y digerir bien. Por eso, aprender a comer despacio puede transformar tu relación con la comida.
Al hacerlo, no solo mejorás tu digestión: también comés menos sin darte cuenta, disfrutás más los sabores y te sentís más conectado con lo que comés.
🕰️ Beneficios de comer más lento
- Disminuye el riesgo de atracones o de comer en exceso.
- Facilita la digestión al darle tiempo a tu cuerpo para procesar los alimentos.
- Mejora la conexión mente-cuerpo, ayudándote a comer con más conciencia.
- Potencia el disfrute: ¡los sabores se sienten mucho más!
🌿 Tips para empezar hoy
- Soltá el celular: eliminá distracciones mientras comés.
- Respirá entre bocados: bajá la velocidad intencionalmente.
- Masticá bien: apuntá a unas 20-30 masticaciones por bocado.
- Apoyá los cubiertos: entre bocados, descansá la mano.
Al principio puede parecer raro, pero con práctica se vuelve natural… y muy gratificante.
📎 Dato MIC
Tu estómago tarda entre 15 y 20 minutos en enviar la señal de saciedad al cerebro. Comer lento te permite escucharlo a tiempo.
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