Trabajar desde casa tiene muchos beneficios, pero también puede jugar en contra si no establecemos límites ni rutinas claras. La línea entre lo personal y lo laboral se diluye y, sin darnos cuenta, descuidamos nuestro cuerpo, mente y energía.

Crear hábitos saludables en el home office no es un lujo, es una necesidad. Te ayuda a rendir mejor, evitar el desgaste y sentir que tenés el control de tu día. No se trata de hacer todo perfecto, sino de incorporar pequeñas acciones que te hagan bien.


💻 Hábitos clave para un home office saludable

  • Arrancá el día con un ritual personal: puede ser estirarte, meditar, desayunar sin pantallas.
  • Vestite (aunque sea cómodo): ayuda a marcar el inicio de la jornada.
  • Armá un espacio fijo de trabajo: evita que tu casa entera se vuelva “oficina”.
  • Agendá pausas reales: moverte, respirar, desconectarte unos minutos.
  • Cerrá la compu a una hora fija: respetar tu descanso es parte de ser productivo.

📌 Tips que hacen la diferencia

  • Usá alarmas o recordatorios para moverte cada 60-90 minutos.
  • Dejá un vaso de agua a la vista para mantenerte hidratad@.
  • Si podés, salí a dar una vuelta al aire libre al menos una vez al día.

Trabajar desde casa puede ser una oportunidad para cuidarte más. Pero para eso, necesitás priorizarte.

Tu salud no debería estar en pausa mientras trabajás. Al contrario: es lo que te sostiene para hacerlo bien.

DATO MIC 💡
Un estudio de la Universidad de Stanford reveló que quienes trabajan desde casa sin pausas activas sufren más fatiga ocular, contracturas y menor productividad a largo plazo. Las microacciones de autocuidado son clave para sostener el rendimiento y el bienestar.