Observar sin juzgar puede parecer una habilidad lejana o reservada solo para personas súper entrenadas en mindfulness. Pero no. Es algo que podés practicar todos los días, en pocos minutos, sin esfuerzo ni rituales complicados. Y puede cambiar profundamente la forma en que te relacionás con vos y con el mundo.
🔍 ¿Qué significa observar sin juzgar?
- Es notar lo que está pasando: En vos, en tu entorno, en tu mente. Tal como es.
- Es dejar de lado el filtro automático: “Esto es bueno”, “esto es malo”, “no debería sentir esto”. Simplemente observás.
- Es dar espacio: A tus emociones, pensamientos, sensaciones físicas… sin necesidad de cambiarlos.
🌱 Mini práctica diaria (3 a 5 minutos)
- 1. Elegí un momento: Puede ser al despertar, antes de comer o mientras esperás algo.
- 2. Traé tu atención: A la respiración, a los sonidos, al cuerpo. No hace falta cambiar nada.
- 3. Observá con curiosidad: ¿Qué pensamientos aparecen? ¿Qué sentís en el cuerpo? ¿Qué emoción está presente?
- 4. No corrijas: Si aparece juicio (“esto no debería estar pasando”), solo notalo y volvé a observar.
🧠 Por qué esta práctica es tan poderosa
- Reduce el estrés: Dejar de juzgar lo que sentís o pensás disminuye la tensión mental.
- Mejora tu foco: Te entrena para estar más presente, incluso en medio del caos.
- Fomenta la autocompasión: Al no criticarte tanto, empezás a tratarte mejor. Y eso se nota.
DATO MIC 💡
Observar sin juzgar no significa estar de acuerdo con todo. Significa ver con más claridad, sin reaccionar de inmediato. Desde ahí, podés responder en lugar de reaccionar. Y eso es libertad.
Observar sin juzgar no significa estar de acuerdo con todo. Significa ver con más claridad, sin reaccionar de inmediato. Desde ahí, podés responder en lugar de reaccionar. Y eso es libertad.